La nueva guerra comercial lanzada por Donald Trump ya tiene sus primeras víctimas: la industria tecnológica global. Los nuevos aranceles sobre componentes asiáticos, especialmente los provenientes de Taiwán y China, están afectando seriamente la producción y distribución de semiconductores.
Apple perdió más de 300 mil millones de dólares en valor de mercado tras los anuncios, según The Guardian, mientras que las acciones de Nvidia se desplomaron un 10%. La razón: el aumento del 32% en los aranceles a productos clave para la computación y la Inteligencia Artificial, según The Verge.
En el centro del conflicto está TSMC, la mayor fundición de chips del mundo, que fabrica los procesadores de Apple, Nvidia, AMD y Qualcomm. La empresa taiwanesa ahora estudia mudar parte de su producción a México, un movimiento estratégico para evitar aranceles y mantener la competitividad
Mehdi Hosseini, analista de Susquehanna, afirmó:
“El costo de un chip se puede duplicar si pasa por los canales afectados por aranceles. Las empresas tecnológicas ya están haciendo cuentas para sobrevivir”.
La guerra comercial no solo sube precios: está forzando una reconfiguración total del mapa tecnológico mundial.