La propuesta, anunciada en Rosario, plantea que un sistema de inteligencia artificial (IA) defina el 80 % de las decisiones legislativas, mientras que el candidato humano conservaría un margen de discrecionalidad para el 20 % restante. Según explicaron referentes del espacio, Rossi firmaría un compromiso ante escribano público para cumplir con las resoluciones del sistema digital.
¿Cómo funcionaría la IA legislativa?
De acuerdo con Mario Chamorro, miembro de la lista, el software fue diseñado sobre una matriz de 57 personalidades históricas argentinas, que incluyen diferentes corrientes políticas y tradiciones ideológicas. A esa base se suman “19 categorías temáticas” y “tres personalidades” representativas: una de izquierda popular, una de derecha y una figura santafesina, el Brigadier General Estanislao López.
La idea es que, frente a cada proyecto de ley, la IA analice los antecedentes, posiciones y valores de esas figuras históricas y categorías para emitir una recomendación de voto. El legislador humano, en este caso Rossi, sería el encargado de ejecutar esa decisión en el Congreso.

Los interrogantes legales y políticos
Aunque se presenta como una innovación tecnológica, la propuesta abre varios debates:
Constitucionalidad: ¿puede un legislador delegar sus atribuciones a un sistema automatizado?
Transparencia: ¿quién auditaría la IA para garantizar que no esté sesgada o manipulada?
Responsabilidad política: ¿quién se hace cargo de una decisión polémica, el diputado o el software?
Más allá de estas incógnitas, Republicanos Unidos afirma que el objetivo es “modernizar la política” y ofrecer una alternativa distinta en un escenario donde la inteligencia artificial avanza a pasos agigantados en todas las áreas de la sociedad.