La iniciativa, alineada con las Órdenes Ejecutivas 14179 y 14156 de Trump, busca acelerar la infraestructura de IA sin imponer requisitos de energía limpia, a diferencia de propuestas previas. El DOE está explorando tecnologías energéticas innovadoras, como reactores nucleares, sistemas geotérmicos mejorados, celdas de combustible y almacenamiento de energía, para complementar estos centros de datos. Esta flexibilidad promete maximizar la eficiencia y adaptabilidad de los proyectos.
Con 35,000 acres previamente identificados para proyectos de energía limpia durante la administración Biden, los sitios seleccionados ofrecen ventajas únicas: seguridad mejorada, costos reducidos al eliminar la necesidad de adquirir terrenos y exenciones de impuestos prediales. Además, la construcción en tierras federales podría agilizar los procesos de aprobación, beneficiando tanto a desarrolladores como al gobierno.
El DOE invita a la industria a responder antes del 7 de mayo, buscando información sobre diseños de centros de datos, necesidades energéticas, modelos operativos y beneficios económicos. Este enfoque colaborativo no solo fomenta la innovación, sino que también posiciona a EE. UU. como un competidor clave en la carrera global por la supremacía en IA.
A pesar de desafíos como negociaciones de acuerdos inmobiliarios y revisiones ambientales, la visión de la administración Trump promete transformar el panorama tecnológico, generando oportunidades económicas y reforzando la seguridad nacional. Con este ambicioso plan, Estados Unidos se prepara para liderar el futuro de la inteligencia artificial.
Fuente: Perkins Coie