Criptomonedas ¿Prohibir o regular?

Por Juan Garriga (Economista Centro Cultural de la Cooperación "Floreal Gorini”)

El más reciente de estos casos, relacionado con la fallida recomendación de Javier Milei sobre el caso Libra, ha dejado una marca en la percepción pública sobre las criptomonedas en el país. Sin embargo, este no fue el único caso.

A lo largo de los últimos años, el país ha sido testigo de una serie de fraudes que han exacerbado esa desconfianza. Uno de los más resonantes fue el escándalo de Generación Zoe, una empresa que prometía rendimientos exorbitantes a sus inversores, solo para desaparecer con millones de dólares. Más recientemente, la plataforma COINX, que también involucró al presidente argentino, fue acusada de operar como un esquema Ponzi, dejando a miles de personas sin sus ahorros.

Otro caso relevante ha sido el de RainbowEX, una plataforma que, en 2023, se convirtió en un fenómeno en la localidad bonaerense de San Pedro. Según estimaciones, alrededor de un cuarto de la población local invirtió en esta propuesta, que terminó siendo otro fraude de gran escala.

Estos fraudes han teñido la imagen de las criptomonedas en Argentina, contribuyendo a la percepción de que el mundo cripto está lleno de engaños y estafadores. Sin embargo, es fundamental destacar que las criptomonedas, en su esencia, no son sinónimo de fraude. Existen, de hecho, múltiples oportunidades para que las criptomonedas y la tecnología blockchain ofrezcan un valor real a la sociedad. Desde la inclusión financiera hasta el acceso a sistemas de pagos más rápidos y baratos, las criptomonedas pueden ser una herramienta poderosa si se implementan de manera adecuada.

En este sentido, el Estado se enfrenta a dos posibilidades: prohibir o regular. La primera opción, la prohibición, es recomendada por algunos especialistas. En 2022, los bancos Galicia y Brubank anunciaron que sus clientes podían acceder a la compra de criptomonedas a través del home banking. Sin embargo, unos días después de este anuncio, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) salió a aclarar que la actividad ya se encontraba prohibida para los bancos, y las dos entidades bancarias dieron marcha atrás con la medida.

Sin embargo, la prohibición no nos llevaría a una situación ideal: el mercado de las criptomonedas pasaría a la clandestinidad, con pocas herramientas por parte del Estado para ser controlado. Y aquellas personas que quieren invertir su dinero en este tipo de activos quedarían a merced de cualquier tipo de estafa.

La segunda opción es la regulación. Es decir, permitir que el mercado de los criptoactivos se desarrolle, pero bajo un marco regulatorio establecido, invitando a las instituciones formales a ofrecer este tipo de inversiones (BCRA, CNV, etc.), así como brindando una legislación clara para los nuevos jugadores, como las Fintechs.

En ese sentido, una correcta regulación y un compromiso de las instituciones formales favorecerían no solo la seguridad para los clientes, sino que también darían más transparencia a las operaciones. Esto combatiría los usos indebidos de la tecnología blockchain (como el lavado de dinero o las transferencias internacionales de dinero ilegal) y, a la vez, ayudaría a una correcta fiscalización de estas transacciones, evitando así la evasión tributaria.

Por supuesto, esto no impediría que parte de estas inversiones siga canalizándose por canales ilegales, ya que ese es uno de los grandes atractivos que tienen. Sin embargo, gran parte de las personas que quieren invertir en estos activos elegirían hacerlo por canales conocidos, seguros y mucho más confiables.

El libro “Criptomonedas. Un desafío a los Bancos y al Estado”, producido por el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, busca entender cuál debe ser el rol del Estado y de los bancos en la búsqueda de evitar que las criptomonedas se conviertan en un instrumento para la evasión y el fraude.