INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Publicado 24/06/2025

Cómo se está adaptando el empleo a la era de la Inteligencia Artificial

La Inteligencia Artificial (IA) ya no es una promesa futurista, sino una realidad palpable que está reconfigurando el mercado laboral a un ritmo vertiginoso. Desde la automatización de tareas repetitivas hasta la creación de nuevas industrias y roles, la IA presenta tanto desafíos como oportunidades sin precedentes para la fuerza laboral global.
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La Inteligencia Artificial (IA) ya no es una promesa futurista, sino una realidad palpable que está reconfigurando el mercado laboral a un ritmo vertiginoso. Desde la automatización de tareas repetitivas hasta la creación de nuevas industrias y roles, la IA presenta tanto desafíos como oportunidades sin precedentes para la fuerza laboral global.

 

Ante este panorama, gobiernos, organismos internacionales y el sector privado están implementando diversas estrategias para asegurar que los trabajadores no solo sobrevivan, sino que prosperen en esta nueva era.

 

Uno de los pilares fundamentales de la adaptación es la capacitación y recapacitación masiva. Países de todo el mundo están invirtiendo en programas que buscan dotar a los trabajadores de las habilidades necesarias para interactuar con la IA, o para transicionar a roles que requieran capacidades humanas irremplazables, como la creatividad, el pensamiento crítico y la inteligencia emocional.

 

 

En Europa, la Comisión Europea ha impulsado iniciativas como el Pacto por las Competencias (Pact for Skills), que moviliza a empresas, sindicatos y gobiernos para identificar las necesidades de habilidades futuras y diseñar programas de formación. Muchos estados miembros están priorizando la formación en ciencia de datos, programación, ciberseguridad y habilidades blandas.

 

En Asia, Singapur es un referente con su programa SkillsFuture, que subvenciona la formación continua de los ciudadanos a lo largo de toda su vida laboral, incluyendo cursos en áreas relacionadas con la IA y la digitalización. Corea del Sur, por su parte, está reorientando su sistema educativo y de capacitación hacia las tecnologías emergentes, con un fuerte énfasis en la IA.

 

América Latina, si bien enfrenta desafíos estructurales, también está dando pasos. Países como Chile y Colombia están explorando alianzas público-privadas para desarrollar plataformas de aprendizaje y certificar habilidades digitales. México, a través de sus universidades y centros de innovación, busca integrar la IA en la currícula y ofrecer diplomados especializados.

 

 

El rol crucial de los organismos internacionales

 

Los organismos internacionales están desempeñando un papel vital en la coordinación de esfuerzos, la investigación y la formulación de políticas para una transición justa y equitativa.

 

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha sido una voz prominente en el debate sobre el futuro del trabajo. Ha publicado numerosos informes que analizan el impacto de la IA en el empleo, la calidad del trabajo y los derechos laborales. La OIT aboga por un enfoque centrado en el ser humano, promoviendo el diálogo social entre gobiernos, empleadores y trabajadores para garantizar que las transformaciones tecnológicas redunden en beneficios para todos. Sus recomendaciones se centran en la inversión en habilidades, la protección social adaptada y el fortalecimiento de los derechos laborales en la economía digital.

 

El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) también están abordando la cuestión desde una perspectiva económica y de desarrollo. Han puesto de manifiesto la necesidad de que los países en desarrollo inviertan en infraestructura digital y capital humano para evitar una mayor brecha con las economías avanzadas. Ambos organismos están proporcionando asistencia técnica y financiera a los países para diseñar estrategias de adaptación y diversificación económica.

 

La UNESCO, por su parte, se enfoca en la ética de la IA y en la necesidad de repensar la educación para preparar a las nuevas generaciones. Promueve la alfabetización digital y el pensamiento crítico desde edades tempranas, reconociendo que la IA no solo cambia cómo trabajamos, sino también cómo pensamos y aprendemos.

 

 

La articulación con el sector privado: motores de la innovación y la capacitación

 

La colaboración entre el sector público y el privado es fundamental para el éxito de estas iniciativas. Las empresas, al ser quienes implementan y se benefician directamente de la IA, son actores clave en la identificación de las habilidades demandadas y en la provisión de oportunidades de capacitación.

 

Grandes empresas tecnológicas como Google, Microsoft y Amazon están invirtiendo masivamente en programas de formación gratuita o de bajo costo en IA, computación en la nube y análisis de datos. Estos programas a menudo se diseñan para ser accesibles a un público amplio, desde profesionales que buscan recapacitarse hasta estudiantes.

 

Además, muchas empresas están adoptando estrategias de “reskilling” y “upskilling” internas, capacitando a sus propios empleados para que asuman nuevos roles o mejoren sus habilidades existentes para trabajar junto con las herramientas de IA. Algunas, incluso, están redefiniendo sus procesos de contratación para dar más peso a las habilidades y menos a los títulos académicos tradicionales, abriendo así nuevas vías para el talento emergente.

 

A pesar de los esfuerzos, persisten desafíos significativos. La velocidad del cambio tecnológico exige una capacidad de respuesta constante por parte de los gobiernos y las instituciones. La brecha digital, tanto en acceso a la tecnología como en habilidades, sigue siendo una preocupación importante, especialmente en las economías emergentes. Además, es crucial abordar las implicaciones éticas de la IA, como el sesgo algorítmico y la privacidad de los datos, para asegurar un desarrollo tecnológico responsable y justo.

 

En última instancia, la adaptación de la fuerza laboral a la era de la IA es un proceso continuo que requiere una visión de largo plazo y un compromiso colaborativo. La inversión en educación, la promoción del aprendizaje a lo largo de toda la vida y una articulación sólida entre el sector público, los organismos internacionales y el sector privado serán determinantes para construir un futuro laboral más inclusivo, productivo y resiliente frente a los desafíos y oportunidades que la inteligencia artificial nos presenta.